05.04.25 “Milei no es Moisés, es el Salomón del neoliberalismo que, el único Dios al cual él venera es el mercado” dijo. En la conferencia, el Lic. Diego Ramos, también da precisiones sobre el personaje con el que se enviste Javier Milei, para seducir a muchos argentinos que aún aceptan y lo convalidan como tal, como verdad absoluta. También alude la deidad “mercado” que se vincula a un relato histórico. Se refiere al Rey Salomón quien rompe y reemplaza al Dios de la historia, al Dios justo, solidario de la vida, por el Dios mercado”.
Este viernes 4 de abril último, se llevó a cabo en el FORO CES, de Colonia El Simbolar, una conferencia oportunidad en la que el Licenciado en Ciencias Políticas, Diego Roberto Ramos, presentó su libro “Con la fuerza del Cielo: Milei el Moisés Argentino”, oportunidad en la que también desgranó, con una mirada objetiva, la realidad política que marca el gobierno nacional libertario, que tiene alto impacto negativo en un importante sector de la sociedad.
Para el Lic. Diego Ramos, el presidente Javier Milei, se articuló públicamente como “un representante de una deidad superior, por lo que tiene una manera distinta de entender al país. Por eso Milei, y pasa en muchos países, se arroga la figura de Moisés. Viene a presentarse como un mesías, como un profeta”.
Ilustró Ramos que “hay un gran pacto entre Dios y Moisés en la Biblia. ¿Cuál es el pacto que hace Dios con Moisés? Para así entender que, Milei no es Moisés, si es un chanta que confabula y construye un relato mentiroso a la sociedad”.
Para el politólogo es sencillo desnudar porqué Milei no es Moisés. “Porque el pacto que hace Dios con Moisés se basa en crear una nación justa, solidaria, fraterna, que se preocupe por los huérfanos, las viudas y los hambrientos. Ese es el pacto que hace Dios con Moisés, es por una nación justa y solidaria, que saque de la opresión del faraón que no quería dar derecho ni beneficio al pueblo, sino todo lo contrario”.
El Rey Salomón reemplaza a Dios justo y solidario por el Dios mercado
En su alocución, Ramos agrega que “en la Biblia hay otro personaje que va a aparecer después de Moisés, que es el Rey Salomón. A él, muchos amigos le venían comiendo la cabeza que termine con esa idea de ser solidario, de ser justo, de ser fraterno. Vamos a ser como el resto de los reinados, vamos a hacer otro pacto, vamos a constituir otra sociedad, otra nación. ¿Qué buscaba esa gente? ¿Qué quería esa gente? Que rompa el pacto de construir sociedades justas y solidarias, para constituir un nuevo pacto igual que las demás naciones, que sea un pacto de mercaderes, es decir, el mercado. Salomón rompe y reemplaza al Dios de la historia, al Dios justo, solidario de la vida, por el Dios mercado”.
Añadió Diego Ramos que “ya no se llamaban hermanos entre ellos, sino clientes. Entonces, Milei no es Moisés, es el Salomón del neoliberalismo que, el único Dios al cual él venera es el mercado. Ahora uno se pregunta, ¿qué es el mercado? Ahorita cuando usted se levanta en la mañana y lo ven en TN, aparecen los periodistas y dicen, bueno, vamos a ver cómo se levantaron hoy los mercados. Uno se imagina a uno que está bostezando. O se escucha decir, hoy el humor del mercado no es bueno. Y uno cree que tiene una cara de enojado. Hoy los mercados le sonríen a Milei. Entonces fíjense cómo le van poniendo fisonomías de un rostro al mercado, porque es una deidad. Es una deidad que dirige, define cuál va a ser el destino de la sociedad”.
Agregó Ramos que “el mercado decide quién va a comer, quién no, quién vive, quién no, quién se cure, quién no, quién estudia, quién no. Pero para que ese mercado funcione, tiene que haber una reducción de un montón de cosas. Para que la ganancia de los dueños del mercado sea extraordinaria, tiene que sacarles a todos. Si antes pagabas dos, ahora vas a pagar ocho. Si antes tenías una beca, ahora no la vas a tener. Si antes te hiciste de un subsidio por médica, ahora no la vas a tener”.
Definió: “Yo necesito recaudar más para esta deidad del mercado. Bueno, eso es lo que constituye lo que se conoce como la derecha. Cuando ustedes hablan, cuando ustedes escuchan hablar del mercado, piensen siempre que es un grupo de personas internacionales que tiene un sistema ideado para el beneficio solamente de ellos, de muy pocas personas. Esa es la verdadera casta, la que se beneficia de las ganancias siempre en contra de la población”.
Reflexionó que “la única manera o forma de poder constituir sociedades justas, equitativas, igualitarias, es siempre desde la política, no hay otra”.